Nuestra península ha sido habitada por muchos pueblos distintos; las primeras civilizaciones comienzan con las invasiones indoeuropeas por los pueblos indígenas en el año 1200 a.C. Pero terminan con la invasión romana en la segunda mitad del siglo III a.C. El período comprendido entre estas dos fechas es llamado la Protohistoria. Los primeros pueblos indígenas en llegar fueron los celtas, los iberos y los tartesios, que convivían con los colonizadores históricos: los fenicios, los griegos y los cartagineses.
Entonces intervinieron los romanos mediante las Guerras Púnicas, dando comienzo a un largo proceso de romanización. Pero la historia de la península no acabó ahí, posteriormente apareció la arabización, la Reconquista y otros grandes procesos socioculturales. A pesar de ello, nos centraremos en los habitantes prerromanos de la península.
Como hemos dicho antes, las primeras civilizaciones fueron las de los pueblos indígenas. El área de los celtas era la mayor parte de la península mientras que los iberos ocuparon el este y sur peninsular.
En el espacio celta se dividía en los celtíberos, que ocupaban el centro de la península, y los pueblos del norte. Los celtíberos tenían una economía basada en la agricultura y la ganadería, no poseían tanto peso en el comercio y sus poblados eran fortificados. En el arte destacan los verracos, enormes esculturas de animales con cultos ganaderos.
Los pueblos del norte eran mucho más atrasados y tenían como actividades principales la ganadería, la pesca y la recolección. Estos pueblos eran los galaicos, los astures, los cántabros, los várdulos o los vascones entre otros.
Toros de Guisando, verracos celtas situados en Ávila
En cuanto a los iberos, sus técnicas de explotación cereal incluían la irrigación, y la minería era la base de una metalurgia muy demandada por los pueblos colonizadores. Había un gran desarrollo comercial y una sociedad jerarquizada gracias al uso de la moneda. Usaron alfabetos de origen fenicio o griego para la escritura de algunos textos y amurallaban las ciudades más importantes. Los iberos comenzaron a ser citados por escritores en el siglo VI a.C. y su arte era muy refinado.
Dama de Elche, escultura ibera de 65 kg
Los tartesios provenían de Tartessos, una civilización muy brillante de la Andalucía Occidental la cual los griegos conocían como la primera civilización de Occidente. La primera fuente histórica hallada que menciona a Tartessos es la Historia de Heródoto, del siglo V a.C. Tartessos tuvo un importante comercio que benefició la aristocracia, pero a mediados del primer milenio se derrumbó. La razón es desconocida pero probablemente fue por la acción militar de los cartagineses o por problemas internos. Los únicos datos seguros son sus referencias a una localización más allá de las columnas de Hércules (el Estrecho de Gibraltar), y que su riqueza era muy destacada.
Las colonizaciones históricas se dividen en tres oleadas: los fenicios, los griegos y los cartagineses. Todos ellos llegaron por el mar Mediterráneo con un propósito económico y una cultura mucho más evolucionada. Los fenicios eran de Fenicia (Líbano), llegaron en el siglo IX a.C. y fundaron colonias como la actual ciudad de Cádiz. Los griegos, provenientes de Marsella, también fundaron colonias como lo que hoy en día es Ampurias. Por último, los cartagineses, de Cartago, fundaron Cartago Nova entre otras ciudades. Estas colonizaciones fueron muy importantes ya que aportaron muchas innovaciones como nuevos cultivos, el desarrollo de la cerámica, la acuñación de la moneda, el alfabeto y restos artísticos.
Fuentes:
https://es.wikipedia.org/wiki/Historia_antigua_de_la_pen%C3%ADnsula_ib%C3%A9rica#Pueblos_ind.C3.ADgenas
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