jueves, 12 de mayo de 2016

Una ciudadela griega bajo el Monte del Templo de Jerusalén

La prestigiosa revista National Geographic en Español publicó el pasado 29 de abril la noticia de que al realizar una excavación arqueológica en un aparcamiento junto a las murallas de Jerusalén, un equipo de arqueólogos israelíes han sacado a la luz los restos de una gran fortaleza griega del período helenístico (siglo IV a.C.) en la llamada Ciudad Vieja de Jerusalén.
Excavación de la ciudadela en el Monte del Templo, en Jerusalén. Fuente: National Geographic
Se conocía la existencia de esa ciudadela por los textos, pues fue el escenario de una rebelión que provocó la expulsión de los griegos de Jerusalén, hecho que los judíos celebran durante la Hanukkah (que, según la wikipedia, es una festividad judaica (llamada también "Fiesta de las Luces" o "de las Lucernarias") que conmemora -durante ocho días- la derrota de los helenos y la recuperación de la independencia judía a manos de los macabeos sobre los griegos, y la posterior purificación del Templo de Jerusalén en 164 a.C.
Fuente: National Geographic
En esta zona tan sensible, el descubrimiento ha desencadenado rápidamente la controversia sobre si la construcción era más imponente o menos que el propio Templo de David, pues se han encontrado muy pocos restos arqueológicos del período en el que la presencia griega en esa zona contribuyó decisivamente a configurar la cultura judía. El director de la excavación y arqueólogo de la Autoridad de Antigüedades de Israel, ha declarado que “ahora tenemos evidencias masivas de que esto es parte de la fortaleza llamada Acra” (término que en griego designaba un lugar elevado y fortificado). Esta habría sido, por tanto, la fortaleza que humillaba a los judíos, sometidos al dominio griego, hasta que consiguieron expulsarlos en 141 a.C. 
La excavación en la que se han encontrado los restos tuvo que comenzarse en 2007 porque se iba a construir un museo, y los trabajos han resultado muy fructíferos, puesto que, además de la ciudadela griega, al ir excavando por capas hacia abajo, también se han encontrado:
  • un antiguo mercado islámico, 
  • un huerto bizantino, 
  • un tesoro de de 264 monedas del siglo VII d.C., 
  • una villa romana y 
  • un lugar de baño ritual judío del siglo I d.C. 
Restos de la villa romana cercana a la ciudadela griega. Fuente: National Geographic
“El hallazgo es fascinante –agregó el arqueólogo israelí Yonathan Mizrachi-. Sugiere que Jerusalén fue una ciudad helenista durante mucho más tiempo, donde los extranjeros fueron dominantes, y construyeron más de lo que pensábamos”. Este arqueólogo, que dirige un consorcio de eruditos llamado Emek Shaveh, se opone a la construcción del museo porque dañaría las ruinas. Por otra parte, la excavación parece haber producido grietas en los edificios colindantes, habitados mayoritariamente por palestinos, por lo que el futuro de la excavación arqueológica corre peligro, también por la oposición de los vecinos de la zona a que continúe, porque creen que puede producir el desmantelamiento de su barrio aprovechando la existencia de importantes testimonios arqueológicos pero en realidad por motivos políticos.
Esperemos que la política y los conflictos existentes en la zona no den al traste con ese importante vestigio del pasado.

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