lunes, 9 de mayo de 2016

Villa romana de la época del emperador Augusto en Dénia

Según publicó el medio local La Marina Plaza el pasado 28 de abril, por fin ha sido posible situar una villa romana, de la que se conocía la existencia desde hace tiempo pero no su ubicación.
Como en los hallazgos que hemos publicado últimamente, el descubrimiento ha sido casual. Un vecino de la localidad alicantina de Dénia informó al Museo de Arqueología de esa ciudad sobre la existencia de una importante cantidad de piezas de cerámica apiladas que había visto paseando por el entorno del río Girona, en Francs. El Museo puso en marcha una investigación con la que se ha concluido que las piezas debieron pertenecer a una importante villa romana rústica del siglo I d.C.

 
Según el director del Museo, se trataría de un asentamiento rural cercano a Segària -donde hubo un poblado íbero en el siglo I a.d. C. (antes, por lo tanto, de la época de Augusto)- y activo en la última época de la República Romana, que habría tenido su época más activa durante el Imperio, entre la era del emperador Augusto (al principio de esa centuria), y la de los emperadores Flavios (al final de la misma).
La cerámica encontrada ha hecho posible esta datación, puesto que, además de restos de material de construcción, la mayor parte de las piezas son de mesa y cocina, de importación itálica y gala, y pertenecerían a ese siglo I d.C.
La villa se construyó en esa zona para estar bien comunicada, puesto que está próxima a una antigua vía romana que era un ramal de la emblemática vía Augusta, y cuya versión contemporánea sería el Antic Camí de Gandia, que conectaba por el litoral el río Sucro (el actual Júcar) con Dianium (Dénia).

Vista del entorno de Francs. Al fondo, la sierra de Segària (con actividad íbera en el siglo I a.d.C.). Fuente: Museo Arqueológico
Además, no estaba aislada, puesto que los arqueólogos encuentran conexiones con otros yacimientos cercanos ya estudiados, como el de l’Almadrava (una conocida y considerable factoría de producción de cerámica), o el de l’Estanyó. Por esta razón, los investigadores creen que durante la era de los primeros emperadores romanos hubo una importante actividad económica y residencial en la Dianium romana en torno al río Girona, que entró en declive a principios del siglo II, bajo gobierno de los Antoninos, «cuando es claro el abandono de estas villas y la concentración de la población en otras zonas de la Dénia romana».
A pesar de la trascendencia del descubrimiento, y de que a finales del siglo XIX las grandes transformaciones agrícolas de la zona con la implantación de los campos de naranjos permitieron el descubrimiento de asentamientos rurales históricos en zonas como Pont Sec y Bovetes, parece que no se va a realizar ninguna excavación arqueológica del yacimiento. Esto ha venido sucediendo repetidamente hasta ahora, pues la investigación científica se ha centrado en el litoral y la zona urbana de Dénia, en detrimento de la zona rural, según parece por "razones logísticas". Menos mal que muchas parcelas agrícolas en las que presuntamente habría asentamientos romanos están preservadas desde hace años, al haber sido incluidas en el catálogo de Bienes Culturales Protegidos redactado por el Ayuntamiento de Dénia en 2004.
Pero, como indica el director del Museo, su localización va a permitir «comenzar a conocer con más exactitud el pasaje romano rural que envolvía al núcleo urbano de Dianium» y que siempre había estado plagado de incógnitas.

Fuentes:
La Marina Plaza

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