domingo, 15 de mayo de 2016

Mapa de la Hispania romana (II): Tarraco

Tarraco. Eva


Tarraco (Tarragona) fue una antigua ciudad romana. Durante el Imperio Romano fue una de las principales ciudades de Hispania.
Esta zona estaba ocupada por poblados ibéricos. Durante las Guerras Púnicas, el ejército romano instala un campamento para conseguir las primeras victorias en la península, pero esto consigue darles la victoria completa. Durante los siguientes años, los romanos siguen con su conquista y amurallan el campamento, transformándolo en una ciudad romana.
En esta ciudad se construyen templos, el foro municipal y el teatro, y acaba teniendo más de 30.000 habitantes. Además estaba atravesada por la Vía Augusta, una importante vía de comunicaciones y comercio entre las ciudades, provincias y puertos del Mediterráneo.
Augusto, ya nombrado emperador, la convierte en capital de la Hispania Citerior. Y más tarde, en capital de la provincia Tarraconensis. La ciudad mejora notablemente en todos sus servicios y edificaciones. Aparecen el foro provincial, el circo, el anfiteatro, el acueducto, la basílica judicial y muchos otros edificios y viviendas residenciales.
Las murallas alcanzan grandes dimensiones, y se crean superficies "en terraza" para los edificios como el foro provincial. Dentro de esta ciudad, aún se conservan restos. Algunos de ellos han sido nombrados Monumentos Históricos Artísticos.
El teatro. Se encontraba en una ladera, aprovechando el desnivel para las gradas. Era fundamental para la vida social, ya que se utilizaba como decoración y propaganda de los emperadores. Sin embargo, empezó a ser menos importante debido a que los espectáculos preferidos se realizaban en el circo o el anfiteatro, y hubo un incendio que terminó con las actuaciones. A partir de ese momento, empezó a utilizarse para edificar viviendas (lo que provoca que queden pocos restos y en mal estado). 

Las murallas. Es el monumento mejor conservado de todos los que nos quedan de la época republicana. Se construye entre el siglo III a.C. y II a.C., y aún se conservan más de 1.300 m en buen estado. Es original por la mezcla de formas constructivas íberas y romanas, y la utilización de distintos materiales. Su construcción se separa en dos fases, y en la segunda se amplía su anchura y altura. Para acceder a la parte superior, se construyeron rampas. También hicieron tres torres defensivas: torre del Cabiscol, del Arzobispo y de Minerva. Esta última, es la más interesante.
La Torre de Minerva se sitúa en un ángulo de la muralla. El interior es una cámara casi cuadrada de 7,5 m de lado, con dos puertas que dan acceso al interior de la ciudad o a la Torre de Cabiscol. Tiene cinco cabezas esculpidas en el zócalo, y un relieve de la diosa Minerva en la parte superior. También hay inscripciones de la divinidad que, probablemente, sean las más antiguas de la península.
El foro provincial. Fue uno de los foros más extensos del Imperio Romano y del que más información nos queda. Se construyó porque necesitaban un centro para la administración social y política de la capital de una gran provincia. Se construye sobre dos terrazas.
Aún se conservan estructuras y decoraciones en buen estado, los que nos hacen deducir que esta ciudad era muy importante en el Imperio. Aquí comienza la construcción de templos de culto imperial, lo que es muy importante para otras ciudades hispánicas. En la terraza superior estaba el recinto de culto Imperial, que abarcaba una plaza rectangular rodeada por columnas. Y en la otra terraza se encontraba La Plaza del Foro Provincial, comunicada con el circo mediante unas escaleras.
El circo. Está construido dentro de las murallas, al lado de la fosa (algo muy poco común). Está situado en la terraza inferior de la parte alta de la ciudad. Se cree que fue diseñado así para comunicar los edificios de detrás y la ciudad de delante. Es decir, era una barrera arquitectónica para separar los barrios comerciantes y la ciudad imperial. En su interior, la arena estaba dividida por la spina.

Tenía capacidad para 2.500 espectadores. Allí se producían carreras de carros, tirados por dos o cuatro caballos. La grada estaba separada de la arena por un muro de más de 2 m para proteger a los espectadores en caso de que se produjera cualquier accidente durante el espectáculo (naufragium).
El organizador de los juegos tenía un lugar reservado para verlos, y los magistrados se situaban en una tribuna especial para ellos.
El anfiteatro. Se ubicó en las afueras de las murallas, cerca de la Vía Augusta. Como otros anfiteatros, parte de las gradas están apoyadas sobre una ladera. Tenía una "fossa bestiaria", que fue aprovechada posteriormente para construir dos edificaciones cristianas. Se organizaban luchas de gladiadores y de fieras. En la actualidad se conserva bastante bien, como se puede ver en la imagen.

El arco de Bará. Es uno de los mejores arcos monumentales que tenemos en España y uno de los más conocidos. Se sitúa al borde de la Vía Augusta. Su parte inferior consta de dos podium de planta rectangular, donde se utiliza una piedra distinta a la del resto del monumento. Sobre estos se levantan dos pilares, unidos por un arco de medio punto. Su altura es de 12,30 m, aunque antes tenía un ático que no se ha podido conservar. Durante mucho tiempo se utilizó como paso de caminos y carreteras, pero después se bifurcó la carretera rodeándolo. En el año 2000, el conjunto arqueológico de Tarraco fue declarado Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Para finalizar, voy a poner un breve video que he encontrado en YouTube, que explica muy bien la organización de la ciudad de Tarraco:


Fuentes:

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